Cerca del Museo Casa de María Sabina, se encuentra el acceso a este cerro, también conocido como Morada del Guardián de los Cerros. Este lugar tiene una gran tradición y es considerado sagrado por los habitantes, especialmente por los chamanes mazatecos. Cada año, los chamanes suben vestidos con sus trajes típicos para realizar rituales especiales que les ayuden a obtener la energía necesaria para sus limpias y para pedir al Dios del Cerro paz, armonía, tranquilidad y fertilidad para las tierras de Huautla.
Para obtener protección, los curanderos llevan a la cima regalos y ofrendas como huevos, velas y cacao. Además, este cerro era el lugar donde María Sabina recogía los hongos que utilizaba, especialmente durante la temporada de lluvias.
María Sabina fue una famosa curandera y chamana mazateca, conocida por sus ceremonias de hongos sagrados, que tenían propiedades alucinógenas. Nacida en Huautla de Jiménez, Oaxaca, se convirtió en un icono de la medicina tradicional indígena y fue muy respetada por su profundo conocimiento de las plantas medicinales y los rituales curativos. Sus ceremonias atrajeron la atención de personas de todo el mundo, incluyendo científicos y artistas, que buscaban experiencias místicas y curativas.
La mejor forma de visitar el cerro es con un guía, quien seguramente compartirá todas las leyendas que rodean este lugar místico. Si visitas en verano, es probable que encuentres hongos en las laderas del cerro, mientras que el resto del año puedes encontrar otras plantas comestibles como el anís.
El sitio es ideal para tomar fotos, no solo por su importancia cultural, sino también por sus hermosos paisajes. Es perfecto para practicar senderismo, recorrerlo a caballo o incluso acampar.