Localizado a solo 30 minutos de la ciudad capital de Colima, se encuentra el encantador pueblo de Comala, conocido por su clima cálido, vegetación vibrante y un ambiente tranquilo y pacífico. Es un lugar en el que aún es posible disfrutar del sonido de tus propios pasos mientras caminas. Comala ha sido una fuente de inspiración para muchos artistas, incluido el famoso escritor Juan Rulfo, quien escribió una de las obras maestras del realismo mágico mexicano, "Pedro Páramo".
En la Plaza de Armas se encuentra la Parroquia de San Miguel Arcángel y cerca de ella, un kiosco que fue traído desde Alemania. Un poco más lejos, bajo la sombra de las palmeras, está sentado en un banco la figura de Juan Rulfo, quien popularizó el destino a través de su obra literaria.
En las calles empedradas y las casas blancas y sencillas, decoradas con faroles, se puede ver a los habitantes de la localidad llevando a cabo sus tareas cotidianas de manera pausada y sin apuro, yendo a trabajar y desapareciendo entre los árboles de papaya a lo lejos.
En la tarde, un aroma a pan llama la atención a los visitantes en Comala, Colima. Una de las mejores cosas que hacer allí es probar los deliciosos Picones, un tipo de bizcocho grande similar a las conchas, que se disfrutan con un café de olla durante el amanecer o la merienda.
Otro manjar -tal vez un poco engañoso- es el ponche, que se puede disfrutar en una versión refrescante con granada, tamarindo o arándano, o en una versión cremosa con nuez, café, almendra o pistache. Todos ellos, complementados por tusca, un derivado del alcohol producido en las fértiles tierras de Colima para dar sabor y alegría al ponche.